A veces nos ofuscamos con la idea de etiquetar nuestro estilo personal. Parece que si no tenemos identificado al menos, nuestro estilo principal, carecemos de personalidad.
En mi opinión, creo que es una ardua tarea y que si les preguntáramos a las personas que nos conocen o que nos ven cada día, ellas sabrían mejor que nosotras mismas, cuál es nuestro estilo.
Te propongo un ejercicio muy curioso que yo pongo en práctica muy a menudo y que consiste en seleccionar un número limitado de prendas de tu armario; ya sea porque son las que más te pones, ya sea porque sientes adoración por ellas. La idea es que sean prendas pertenecientes a las diferentes categorías: vestidos, camisas o blusas, camisetas, faldas, pantalones, prendas exteriores y calzado pero es posible que apenas uses faldas o que por el contrario, rara vez salgas a la calle con pantalones. No pasa nada, se trata precisamente de extraer información sobre tu persona.
¡Ojo! Tu estilo no se va a aparecer de repente ni de una forma clara y evidente. Tampoco se va a manifestar de manera aislada, sino salpicado de otros estilos, no del todo incompatibles.
Es más, puede que nuestro estilo sea ecléctico. ¿Y esto que es? Pues a mi entender, una consecuencia de la globalización, lo normal en estos tiempos convulsos y una tranquilidad para mi mente inquieta.
Ni hay motivos para renunciar a un capricho por el mero hecho de no poder inscribirse en nuestro estilo principal, ni todas las ocasiones requieren de la misma etiqueta, ¿no os parece?
Y por eso precisamente, creo que la mejor forma de comenzar a delimitar nuestro estilo, sería más bien, pensar en las distintas ocasiones que pueden darse en nuestro día a día. Se me ocurren por ejemplo, las siguientes ocasiones:
Para todos los días, nuestro estilo predominante quizá sea el estilo natural o casual.
Blazer con camiseta básica, pantalón paper bag y deportivas.
Para salir con amigos/as y dependiendo un poco del plan, el estilo predominante probablemente oscile entre el estilo sofisticado -en el sentido trendy - y el seductor.
Vestido mini con estampado animal, escote de pico y volantes.
Y por último, para una ocasión especial o evento, el estilo sofisticado o romántico sería una posible elección. Yo siempre me inclino por los tejidos fluidos y la comodidad.
Vestido semitransparente con lunares
Y sin más, este es el primer post de nuestra recién estrenada primavera. Os deseo lo mejor pero sobre todo, os envío los ánimos que necesitamos para sobrellevarla. Si hemos podido con el invierno, la primavera es pan comido. ¡Feliz semana!
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