Es pronto para hacer una crítica constructiva sobre ellos, pero a priori, os puedo decir que no pueden ser más... más... jugosos para la vista.
¿Qué sitios merecen una visita y qué actividades pueden realizarse en París? ¿En qué tiendas comprar? ¿Cuáles son las instituciones culturales de visita obligada en Nueva York?
En estas guías ilustradas, Megan Hess nos muestra sus sitios favoritos para visitar, comprar, dormir y comer, a través de unas páginas cuajaditas de ilustraciones maravillosas. Y aquí es dónde quería llegar.
Hess emplea la línea con una decisión envidiable y el color negro se combina con el blanco del papel en su justa medida, para crear un contraste entre ambos que se queda grabado en la retina, creo que para siempre.
Cuando el color aparece, lo hace en todos sus matices. Si aparece el azul, lo mismo colorea un mini vestido con lentejuelas que otro con volantes y plumas; un abrigo de peluche que una blusa con estampado geométrico. Azul hasta que se agota.
El repertorio de peinados es casi infinito y los complementos (pulseras, sombreros, gafas, bolsos, lazadas, collares, pañuelos...) hacen que tu mirada salte de uno a otro, sin control.
Sus figuras parecen moverse de un lado a otro de la página y son tan estilizadas que hasta El Greco, se sorprendería de la longitud de sus huesos.
En conclusión, creo que voy a aprender mucho, y no solo acerca de París o Nueva York. Ya estoy tardando en abrir mis tintas.
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